
Os ofrezco estas tres crisálidas para que se transformen en brillantes mariposas tras madurar entre vuestras neuronas. Os deseo un final de verano muy placentero.
III
Crece la luz
sobre los ojos claros
del cielo azul.
XVI
Al amanecer
se diluyen los sueños
de sangre y papel.
XXII
Metamorfosis
continuada y clara
en cortas dosis.
“Crisálidas”
© César Sobrón