Se nos consumen las vidas consumadas, se nos acumulan los instantes, todos llevamos una inmensa fortuna en nuestro interior. Sé que es una perogrullada, que en la definición no puede entrar lo definido, pero lo más valioso en la vida es la VIDA.
Brasas de esmeralda
atesoradas en la memoria.
Cenizas de rubí
por laberintos de oro.
Humo de nácar
en el universo de plata…
Somos…
carne en el tiempo,
paréntesis incierto
en medio de la nada.
Poema XXI “Hacia dentro”
© César Sobrón
Sé que es un deseo utópico y típico, pero no por ello menos necesario. Paz. Paz entre la guerra. Paz ante la guerra. Paz. Hemos de contribuir con todo nuestro vocabulario, toda nuestra inteligencia, todos nuestros esfuerzos, hasta alcanzar una paz duradera. Hemos de apostar por la justicia social en todo el planeta.
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Pongamos al hombre naciente
la paz en las manos.
Recibamos del hombre naciente
su utopía y sus regalos.
Existir sin depredar.
Meditar y convivir.
Ser.
Démosle una oportunidad.
Poema XLVIII
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El tiempo.
El tiempo impasible
serenará las aguas removidas,
ensangrentadas.
El lodo.
El lodo pegajoso
se precipitará al fondo,
a los abismos.
Tal vez.
Tal vez existamos para libar
en las aguas libres,
en las aguas claras,
en las fuentes de la vida,
en las almas hermanadas.
Poema XCIX
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La soledad asfixiante
de los herméticos silencios
se diluye en mis oídos
al escucharte radiante
de voz y esperanza.
Poema XLVI
“En la fusión de dos mundos impares”
© César Sobrón
Veinticuatro horas.
El mismo tiempo.
Eso sí, cada día,
hasta san Juan,
minutos más de luz.
Luz luminosa.
Más, cuanto más iluminen,
el entorno, nuestros actos.
Ieni y yo os deseamos
muchos actos luminosos
de los que resplandecen las miradas,
para una feliz navidad
y un año muy satisfactorio.
Recibid nuestro profundo y cálido abrazo creativo,
en estos tiempos de distancia de seguridad.
César Sobrón
Pandora destapó
su más preciado cofre
con la noble intención
de encontrar el amor,
su mitad y su doble.
Salieron en tropel,
en terrible explosión,
los sueños de papel,
engarzados en red,
en nubes de vapor,
rebosantes de hiel.
La esperanza quedó
atrapada en el fondo.
El hondo corazón,
cargado de ilusión,
lo reconstruyó todo.
Poema LXX “Abstractos”
© César Sobrón
Contra las muecas tensas,
usemos el discurso
de las palabras llanas,
para evitar disgustos.
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Contra los gritos huecos,
sembraremos concordias,
entre los flecos sueltos
de las misericordias.
∞ ∞ ∞
En pos de los acuerdos,
moveremos las voces
de los cielos, al suelo.
∞ ∞ ∞
En pos de la esperanza,
abriremos los ojos
y los pies, en la danza.
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Poema XX “Drinos”
© César Sobrón
La soledad importuna
desde la cuna.
Amamantados, protegidos,
al mundo venimos, únicos.
Entre amistades y conocidos
crecemos exclusivos.
En una caja, solos,
nos vamos.
Pero el amor nos diluye soledades,
nos vincula a los otros,
nos regala cómplices y aliados
para pasear por este mundo…
y, la esperanza de seguir paseando.
Poema XXXV “Sugerencias amatorias”
© César Sobrón
Nos queda la palabra
nacida de la idea,
respaldada por el acto,
la utopía positiva,
la esperanza.
Nos queda la esperanza
condensada en la razón,
crecida en la experiencia,
la honestidad de la ciencia
honesta.
La pazciencia nos observa,
se nos ofrece maestra,
para mostrarnos el respeto,
para entregarnos el reto.
Poema LXXII “La ciencia y la pazciencia”
© César Sobrón
