
En gran parte, de nosotros depende. La realidad es la que es. Como la percibimos y digerimos, en nuestras manos está. Todos los días amanece para actuar y las noches llegan, para descansar y soñar. Os deseo a todos con este poema una magnífica semana.
Está ante nuestros ojos.
Pantalla. Velo policromado.
Campana. Melodía eterna.
Todo ante nuestros ojos:
la tormenta torrencial,
el txirimiri silencioso;
la blancura artificial,
“el dorado” pretencioso.
Está ante nuestras lenguas.
Cuerpos. Carnes humedecidas.
Sueños. Verbos de abril.
Todo ante nuestras lenguas:
El camino para andar,
las palabras silenciadas.
El sonido para hablar,
las alturas alcanzadas.
Está en los pliegues del alma.
Felicidad. Refugio de paz.
Esencia. Tesoro protegido.
Todo en los pliegues del alma:
el amor más oscuro,
el deseo más alto,
el silencio más profundo,
el miedo más bajo.
No hay camino hacia el paraíso.
La búsqueda incesante,
la satisfacción de pasear,
el placer de disfrutar,
la energía rebosante.
Todo ante nuestros ojos.
Todo en nuestros adentros.
Poema I “En arcoiris”
© César Sobrón