
Es lo que tiene el verano: calor y vacaciones. Tiempo para disfrutar libremente, encontrarse a uno mismo y compartirse con los seres más queridos. Con este poema os deseo a todos unas vacaciones muy agradables.
Luz.
Luz y calor.
Calor para iluminar
sonrisas y cuerpos.
Sol.
Sol y sal.
Sal para curtir
la piel desnuda,
sobre la arena de la playa,
frente a la espuma de las olas.
Luz, sol, sal, calor
para templar los corazones
con un intenso deseo
de amor eterno.
“La antesala del Edén. Benidorm”
© César Sobrón