
Saber recibir lo que el entorno nos regala es complicado, pero es una de las bases del amor. Recibid con este poema un cálido abrazo creativo.
Cuando amamos nos compartimos,
nos participamos.
Somos recibidos
en la medida que aceptamos
lo que se nos ofrece.
Los límites se diluyen
bajo el influjo del amor.
El amor nos transforma en infinitos.
“Sugerencias amatorias”
© César Sobrón
“El amor nos transforma en infinitos”…! Qué bella frase.
Entonces: ¿ Todo lo que no das, te lo quitas? o Si lo difícil es recibir, quién da y no espera nada a cambio está recibiendo por dar??
Todo lo que das, te lo ganas. Cuando se comparte, el amor fluye, del que da al que recibe y del que recibe al que da. Y, evidentemente, el que da recibe el agradecimiento y el bienestar por poderse compartir.