
Al elevar las manos
hasta los pensamientos
armónicos y humanos,
llega el renacimiento.
Los eriales, jardines,
los insultos, respetos,
las masacres, festines,
los mordiscos por besos.
Acciones elevadas,
eternidad generan
contra todas las armas.
Vivamos creativos
en la jauría humana,
pulamos los testigos.
Poema XXI “Drinos”
© César Sobrón