
Merece la pena disfrutar de lo que la vida nos deja y permite a un mismo tiempo. Si, además, las vacaciones son placenteras, entonces sí que sí, merece la pena. Con este poema os deseo a todos una semana divertida.
Merece la pena:
Un sorbo caliente y verde
de árboles brotando en primavera.
Una mirada ardiente y verde
de trinos envolviendo la pradera.
Una música creciente y acorde
de colores pintando la vereda.
Merece la pena:
Un sol naciente en azul
de rayos triunfantes sobre la noche.
Un placer nada común
de libar sereno desde el coche.
Un cuerpo desnudo tras el tul
del deseo fantástico y permanente.
Merece la pena:
Transgredir los infiernos quietos
de sombras estáticamente hirientes.
Suprimir los hielos muertos
de corazones abúlicamente vivientes..
Construir los caminos ciertos
de libertades anímicamente vivas.
Poema XXXIV “Ferraz 1”
© César Sobrón