Todos sabemos que no es fácil discernir entre realidad y apariencia, entre ser y parecer. Seguir la moda o el discurso interior es el dilema. Os deseo a todos una semana intensa y esencial, con este poema.
Preocupados por la imagen,
olvidamos las esencias.
Obcecados con las formas,
se nos quiebra la belleza
entre una selva de modas
para uniformar tribus.
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La apariencia gana.
La velocidad lo facilita.
Al ganador se felicita.
Al perdedor se le desprecia,
herido de envidia,
se le afea la cara y la palabra.
Poema XXVIII “Pretextos”
© César Sobrón