Para no caer, como los árboles de los parques al empuje de los vientos, es conveniente tener profundas y dispersas raíces. A veces, nuestra arrogancia nos impide percibir que somos por todo lo que fueron nuestros antepasados y tenemos tantos años como nuestras lecturas. Para percibir el presente con intensidad y generar futuros más armónicos, tal vez convenga incorporar lo más exquisito de nuestros clásicos.
Atenea, danzarina
en la sala del conocimiento,
domina los movimientos
de las serpenteantes dudas
de la cabeza de Medusa.
Atenea danza.
Danza y suda sabiduría.
Sabiduría sutil
percibida por los búhos
de radar fino,
mirada limpia
y vuelo silencioso.
Poema XIV
“Paisajes mentales”
© César Sobrón
Escultura: Cabellos de Medusa – César Sobrón
