
La vida empuja. Circunstancias de todo tipo nos sorprenden. El entorno nos contamina, para bien y para mal, y al final, somos quienes somos según con lo que nos quedemos. Para una vida satisfactoria, lo mejor es dejarse fluir en la energía del amor. Con este poema os deseo una semana muy fluida.
Nos fluyen opiniones
entre las experiencias.
Nos influyen las vidas
que nos rodean y conforman.
Nos confluyen abrazos
con dedos cadenciosos
llenos de caricias.
Flujos fluctuantes nos arropan,
nos atropellan,
nos arrojan
al foso de las verdades
profundas:
Emociones individuales.
Poema II “Paisajes mentales“
© César Sobrón