
Es tan fácil amar,
como entregarse en un abrazo,
recibir las palabras
ajenas, a dos oídos,
sin prejuicios;
como mirar con los ojos claros
y hasta con gafas rosas,
a veces,
los actos cotidianos
de quienes nos rodean.
Amar es un acto de generosidad,
de permeabilidad,
para ensancharnos
las membranas de las almas.
“Sugerencias amatorias” VII
© César Sobrón