
Conseguir cierta satisfacción vital es relativamente sencillo.
Despertar la percepción
de los seis sentidos,
respirar el entorno,
reconstruirlo en su caos
en permanente mutación.
Tener el gusto de palpar
las palabras y los gestos
que traspasan pupilas
y tímpanos.
Presentar transparente
el acto presente
a cuantos amamos.
“Hacia dentro“
Poema XIII
© César Sobrón